domingo, 22 de mayo de 2011

Análisis crítico de la película: La Noche de los Lápices



La película “la noche de los lápices” se estreno el 04 de septiembre de 1986, dirigida por Héctor Olivera, producida por Fernando Ayala, recrea un suceso ocurrido durante el proceso de “reorganización nacional de argentina” ocurrido luego de perpetuarse el golpe de estado el 24 de marzo de 1976 a  María Estela Martínez de Perón.

Relata la manifestación realizada en el año 1975 por la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en la cuidad de Plata, por  el hecho de reclamar un boleto estudiantil (reducción en el precio de los boletos estudiantiles). Durante la dictadura (Jorge Videla, Orlando Agostini y Emilio Massera del gobierno de facto) vivida en Argentina para esa época, fueron secuestrados el 16 de septiembre de 1976,  10 adolescentes (Claudio de Acha, Gustavo Calotti, Maria clara Ciocchini, Pablo Díaz, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Patricia Miranda, Emilce Moler, Daniel A. Racero, Horacio Ungaro)  en un operativo de escarmiento para los que habían participado en la manifestación por el boleto estudiantil, considerado por las fuerzas armadas como “subversión en las escuelas” realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.

Culmina, con la salida de Pablo Díaz, quien estuvo en Arana, Pozo Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y U-9 de La Plata (centros clandestinos de detención), y posteriormente trasladado al PEN. El aspecto critico es  muy interesante, debido a que presenta de una manera u otra una denuncia a los actos ocurridos en esa época, la película fue realizada con pocos ingresos económicos, esto no impidió que se fomentara y se expresara el sufrimiento que sintieron los desaparecidos  en ese momento, detalla que a pesar de las circunstancias que estaban viviendo los secuestrados, donde había una mujer embarazada, tenían mucha voluntad, puede que esa voluntad sea por que eran muy jóvenes aunque algunos se desesperaban, pero con el canto y distraídos podían llegar al punto de desligarse del problema y relajarse un poco. Muestra, como la influencia familiar en el caso de la chica Claudia, es muy importante, ella adquirió una actitud de luchadora, puesto que el padre también era un luchador, el llamo a la calma, a que no se retractara, pero lo inevitable sucedió. El vocabulario utilizado fue coloquial, la trama la esenografia estuvieron ambientadas a la época, también se ve, que la inocencia de estos jóvenes fue quien los llevo a ser reseñados por las autoridades que procedieron con el operativo criminal.


Seria oportuno mencionar que, mas películas como esta, deberían verse mas a menudo para conocer algunas realidades, aunque el director no realizo un esquema de lo que sucedió después (si no solo hasta la salida de Pablo Díaz)  fue muy interesante observar como se manejo el gobierno de facto en ese año y por algunos años mas, me gustaría que hubiese una continuación, o alguna otra película que detalle las luchas que tuvieron que vivir los familiares de los desaparecidos. Retomando, si este tipo de películas se realizaran en gran parte de Latinoamérica, expresando las represarías contra el pueblo que han tomado algunos gobiernos inducidos por EE.UU., hiciéramos conciencia, sabríamos que con la tortura, el secuestro y maltrato no se llega a nada ( a pesar que no todos los militares quedaron impunes).

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